Este es el único hombre que, en medio de una obediente multitud que hacia el saludo Nazi, se negó a realizarlo. Esta foto fue tomada por un fotógrafo alemán en 1936 cuando el Führer estaba en la botadura de un velero el Horst Wessel.

Hamburgo, 1936.

Alemania estaba subyugada por los planes expansionistas de Hitler y sus nuevas amistades con la Italia fascista de Mussolini. En una de las fastuosas puestas de largo del régimen alemán, una multitud de personas se congregaba en Hamburgo para presenciar el estreno de un buque escuela de la marina alemana. Al tiempo que todos levantaban su brazo al unísono para realizar el saludo nazi, uno de los hombres se mantuvo con sus brazos cruzados.

La razón por la que no quiso hacer el gesto, estar locamente enamorado de una judía Irma Eckler, entonces él creía que hacer el saludo iba en contra de su amor.

Este tipo de gestos nos hacen ser parte de algo como el aplaudir cuando algo nos causa admiración, hacer una seña para decir que somos parte de un partido político o causa, este gesto emblemático cambio la vida de nuestro protagonista para siempre, este es poder  real de la comunicación no verbal, un gesto dijo más que mil palabras, fue más revolución que gritar muchas palabras.

Este caso nos hace reflexionar acerca de todo lo que transmitimos en realidad, el solo sonreírle a una persona puede hacer  que ella este feliz, que sea lo que esperaba de nosotros, el voltearle nuestro rostro puede ofenderla profundamente.  Por ellos usted puede cambiar el mundo con solo un gesto o no hacerlo como en este caso.

¿Reflexione en este momento si explotando su potencial, si aprovechando las oportunidades, si la comunicación no verbal está jugando a su favor o en contra?

August Landmesser  se afilio al Partido Nacional Socialista Obrero Alemán (NSDAP) para poder trabajar con los astilleros de Blohm und Voss de Hamburgo hasta 1938.

Cuando la Gestapo le detuvieron por incumplir la ley Rassenchande.

Artículo 2: Ley de protección de la sangre y honor Alemán. El cual prohibía las relaciones sexuales de alemanes con judíos, la cual incumplió por intentar casarse el 21 de Abril de 1935 con Irma Eckler (de ascendencia judía). Con ella tenía 2 hijas Ingrid e Irene nacidas en octubre del 35 y julio del 37 respectivamente nacieron ya en lo que se consideraba una deshonra para el orden social de la raza aria.

Landmesser fue condenado a dos años y medio de trabajos forzados en el campo de concentración de Börgermoor. Su mujer Irma corrió la misma suerte después de ser condenada y fue llevada a Lichtenburg, para ser posteriormente trasladada al de Ravensbrück (ambos solo para mujeres) donde murió en enero de 1942, como tantas otras mujeres judías en ese campo de concentración. August fue liberado a principios de 1941 y llevado a continuar sus trabajos forzados en una fábrica de coches para el ejército.

Obligado a alistarse al I Batallón de libertad condicional "999". Desde finales de ese año no se volvieron a tener noticias de él, lo que hace pensar que muriese en alguna de las batallas en las que participó ese batallón.

Una carta que escribo a sus hijas mientras estaba en la prisión.

En 1996, una de las hijas del protagonista, Irene, escribió acerca de su aventura familiar en Alemania, con el fin de poder compartir la desgarradora historia de su familia, separada por el régimen nazi. El destino ha querido que, 16 años después, su relato haya recorrido el mundo gracias al hábito de los usuarios de internet de rescatar tesoros históricos.

Ahora esta foto es icono de la valentía y coraje  de la lucha por los ideales y el amor, cuando todos hacen lo mismo, cruzar los brazos es hacer más. Un gesto que hizo historia, un gesto que cambio mucho la forma en la que ahora vemos la comunicación no verbal.

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